Segovia ha sido el destino de muchas de nuestras escapadas románticas. No es la primera vez que estamos de viaje de negocios en Madrid y acabamos en Segovia de fin de semana de pareja en un hotel coqueto con habitaciones con vistas al acueducto.
También acabamos más gordos. En Segovia se come de maravilla. Tienen una gastronomía que merece otro patrimonio de la humanidad por UNESCO como el que le dieron por sus edificaciones antiguas.
Lo que más me gusta de esta bonita ciudad castellana es su casco histórico. Pasear por sus calles da la sensación de regresar a la Edad Media. Me encanta alojarme lo más cerca posible de sus murallas. De noche, ver los muros que rodean parte de la ciudad iluminados, te hace sentir como una princesa de las Mil y Una Noches.
Cuando tenemos ganas de hacer turismo cultural por Segovia, volvemos a visitar la Catedral y continuamos el recorrido turístico por el Alcázar de Segovia, ambos de enormes dimensiones. Mi marido, cuando vienen las niñas, inventa historias para hacerlas reír. Lo cierto es que aquellas piedras son testigos de la historia de este país.
Os recomiendo visitar Segovia. Es una bonita ciudad castellana próxima a Madrid. Solo por lo bien que se come en sus restaurantes vale la pena hacer la visita. Si te gusta el arte, tienes mayor motivo para visitar la ciudad del famoso acueducto. Los distintos pueblos que pasaron por ella han dejado su recuerdo en edificios y monumentos.
Por ejemplo, los romanos dejaron el acueducto de Segovia, un sistema para llevar agua a la población que se mantiene en pie. Llama la atención que lo hayan construido sin nada de argamasa. Es como una especie de puzle de piedras que levantaron en el siglo II.
El acueducto está muy bien conservado. Nadie diría que tiene tantos años en su haber. Lo mismo puedo decir de la muralla, sobre todo del trozo donde está la puerta de San Andrés.
También acabamos más gordos. En Segovia se come de maravilla. Tienen una gastronomía que merece otro patrimonio de la humanidad por UNESCO como el que le dieron por sus edificaciones antiguas.
Lo que más me gusta de esta bonita ciudad castellana es su casco histórico. Pasear por sus calles da la sensación de regresar a la Edad Media. Me encanta alojarme lo más cerca posible de sus murallas. De noche, ver los muros que rodean parte de la ciudad iluminados, te hace sentir como una princesa de las Mil y Una Noches.
Cuando tenemos ganas de hacer turismo cultural por Segovia, volvemos a visitar la Catedral y continuamos el recorrido turístico por el Alcázar de Segovia, ambos de enormes dimensiones. Mi marido, cuando vienen las niñas, inventa historias para hacerlas reír. Lo cierto es que aquellas piedras son testigos de la historia de este país.
Os recomiendo visitar Segovia. Es una bonita ciudad castellana próxima a Madrid. Solo por lo bien que se come en sus restaurantes vale la pena hacer la visita. Si te gusta el arte, tienes mayor motivo para visitar la ciudad del famoso acueducto. Los distintos pueblos que pasaron por ella han dejado su recuerdo en edificios y monumentos.
Por ejemplo, los romanos dejaron el acueducto de Segovia, un sistema para llevar agua a la población que se mantiene en pie. Llama la atención que lo hayan construido sin nada de argamasa. Es como una especie de puzle de piedras que levantaron en el siglo II.
El acueducto está muy bien conservado. Nadie diría que tiene tantos años en su haber. Lo mismo puedo decir de la muralla, sobre todo del trozo donde está la puerta de San Andrés.
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He aquí unas tumbonas
con respaldo reclinable:
si quieres estás sentada,
si lo prefieres acostada.
Entra en el link y pide
por esa boquita grande: