Su nidito de amor
es un coqueto pisito
con pasillo pasarela
de sus pasos de modelo,
una cocina tan grande
como grande es la colmena
donde la Reina es Reina
y su marido no cuenta.
Sigue mirando su casa
con tarima de madera
en los suelos color cera,
una ventanas que gritan
buenos días al que viene,
la terraza aún helada
por el frío de diciembre.
Llega a la cama grande
y lo encuentra sereno
bebiendo más bodka solo
y le quita la botella.
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