No sólo encuentras aldeas a vender en Aldeas abandonadas. También tienen fincas de todos los tamaños, rústicas y urbanas en Asturias, Galicia, León, Teruel, Soria... Se centran en las zonas rurales que se van quedando abandonados o no tanto. Yo he encontrado una finca en un pueblo de la Costa da Morte que acabamos comprando como inversión. Sé que la vamos a vender bien cuando acaban de construirnos una pequeña casita. Es un finca urbana que está casi al lado del mar.
Las aldeas abandonadas que venden en esta web no son tan aldeas abandonadas como puedes pensar. Se trata de edificaciones de dos o más casas con los anejos correspondientes. Es ese tipo de aldeas pequeñitas aisladas que encuentras en la Galicia profunda y en otras zonas de España y que van quedando sin gente porque los viejos mueren y sus hijos prefieren vivir en una ciudad. Los de Aldeas abandonadas han encontrado clientela para este tipo de propiedades en gente que quiere irse a vivir al campo y en inversores que gastan un poquito de dinero en adecentar esas casas y así hacerlas atractivas para los compradores potenciales. Hay mucha gente que no te compra una casa si no la tiene lista para entrar a vivir.
La clientela de Aldeas abandonadas es tanto nacional como extranjera. Hay muchos matrimonios que quieren vivir en el rural porque buscan una tranquilidad que no encuentran en las grandes ciudades. Tienen el campo un poquito idealizado, creo yo. También hay gente joven que se une en cooperativas y se atreven a comprar una de estas aldeas que venden en Aldeas abandonadas para llevar una vida más próxima a la Naturaleza y a la ecología.
Los de Aldeas abandonadas consiguen que los alcaldes de los municipios a los que pertenecen sus aldeas se comprometan a dar unos servicios públicos. Sus clientes necesitan luz, alcantarillado, asfaltado, colegios para los niños... Los alcaldes necesitan votantes. Por eso siempre llegan a un acuerdo y casas que nunca serían vendidas en las condiciones en las que se encuentran son vendidas mejorando su entorno.
Os recomiendo entrar en la página web de Aldeas abandonadas. Hay propiedades interesantes para todos los bolsillos. Si no puedes comprar un castillo o un cortijo o una de esas aldeas abandonadas en Galicia, siempre podrás comprar una pequeña parcela urbana o rústica para poder disfrutar la Naturaleza con los tuyos. Nosotros estamos muy contentos con nuestra finquita en Finisterre.
Las aldeas abandonadas que venden en esta web no son tan aldeas abandonadas como puedes pensar. Se trata de edificaciones de dos o más casas con los anejos correspondientes. Es ese tipo de aldeas pequeñitas aisladas que encuentras en la Galicia profunda y en otras zonas de España y que van quedando sin gente porque los viejos mueren y sus hijos prefieren vivir en una ciudad. Los de Aldeas abandonadas han encontrado clientela para este tipo de propiedades en gente que quiere irse a vivir al campo y en inversores que gastan un poquito de dinero en adecentar esas casas y así hacerlas atractivas para los compradores potenciales. Hay mucha gente que no te compra una casa si no la tiene lista para entrar a vivir.
La clientela de Aldeas abandonadas es tanto nacional como extranjera. Hay muchos matrimonios que quieren vivir en el rural porque buscan una tranquilidad que no encuentran en las grandes ciudades. Tienen el campo un poquito idealizado, creo yo. También hay gente joven que se une en cooperativas y se atreven a comprar una de estas aldeas que venden en Aldeas abandonadas para llevar una vida más próxima a la Naturaleza y a la ecología.
Los de Aldeas abandonadas consiguen que los alcaldes de los municipios a los que pertenecen sus aldeas se comprometan a dar unos servicios públicos. Sus clientes necesitan luz, alcantarillado, asfaltado, colegios para los niños... Los alcaldes necesitan votantes. Por eso siempre llegan a un acuerdo y casas que nunca serían vendidas en las condiciones en las que se encuentran son vendidas mejorando su entorno.
Os recomiendo entrar en la página web de Aldeas abandonadas. Hay propiedades interesantes para todos los bolsillos. Si no puedes comprar un castillo o un cortijo o una de esas aldeas abandonadas en Galicia, siempre podrás comprar una pequeña parcela urbana o rústica para poder disfrutar la Naturaleza con los tuyos. Nosotros estamos muy contentos con nuestra finquita en Finisterre.
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Ver Tenerife desde sus plantaciones de plátanos es descubrir una isla muy distinta a la isla de fiestas y desenfreno que conocía yo. Fui con mi marido recorriendo las plantaciones porque mi chico quería hacer negocios de plátanos. modadebarrio.blogspot.com |
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