El Intur Palacio San Martín es un hotel de cuatro estrellas en el corazón de Madrid, donde las habitaciones son como una caja de sorpresas: algunas son un lujo, y otras… bueno, digamos que tienen más historia que un libro de texto. Al principio pensé que iba a encontrarme con interiores dignos de una película de terror, pero para mi sorpresa, el lugar estaba bastante bien. Nos asignaron una habitación grande con moqueta roja que parecía haber sido testigo de muchas fiestas (y quizás alguna batalla). Así que, tras un breve debate interno sobre si quería vivir en un museo del horror o en algo más moderno, opté por cambiarla por una habitación más pequeña pero con suelos de tarima. ¡Adiós moqueta! Aunque la cama era cómoda, no era tan grande como la primera; el cabecero parecía diseñado para un rey… o al menos para alguien que le guste dormir con estilo.
Las mesillas de noche eran dos cubos de madera que parecían haber escapado del Ikea en su versión más minimalista. Eran blancas y hacían juego con todo lo demás: la colcha, las paredes y hasta el estor blanco que hacía las veces de persiana y cortina. En cuanto al desayuno, fue como un juego de "¿Dónde está la comida?" La fruta parecía contada por un contador profesional y los zumos venían en cartón, como si fueran parte de una dieta muy estricta. Salías con hambre y pensando en si deberías haber traído tu propio bocadillo.
Lo mejor del hotel fue el patio interior: tranquilo y con mesas cómodas donde podrías pasar horas contemplando la vida… o simplemente mirando tu teléfono. A pesar de estar en pleno centro de Madrid, el lugar es tan silencioso que podrías escuchar cómo crece la hierba (o eso creo). El Intur Palacio San Martín está en la Plaza San Martín y tiene ese aire clásico que te hace sentir como si estuvieras viviendo en una novela antigua. Algunas habitaciones tienen armarios tan antiguos que podrían ser considerados patrimonio cultural. Y no hablemos del ascensor: mis hijas se morían de miedo cada vez que subíamos porque parece sacado directamente de una película retro donde los personajes siempre se quedan atrapados. Pero bueno, ¡es parte del encanto! En resumen, si buscas un lugar donde dormir y sentirte como un viajero del tiempo (sin perder la comodidad moderna), este hotel es tu destino.
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