viernes, 2 de octubre de 2020

Mis pequeños electrodomésticos

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El Tostador SOLAC TC5302 es un tostador que se me estropeó enseguida. No sé si sería culpa de mi hija mayor. Quiere preparar los desayunos, pero es patosilla. No hay cosa que no rompa. Espero que con los años vaya cogiendo habilidad con este tipo de pequeños electrodomésticos.

Afortunadamente, lo llevé a arreglar y me lo dejaron nuevo. Ni que decir que no le permito a las niñas tocarlo. El Tostador SOLAC TC5302 es un tostador que me facilita la dura tarea de preparar un desayuno de tostadas recién hechas para toda la familia. Puedes poner cuatro rebanadas encima de su parrilla. Tuesta de cuatro en cuatro o de cinco en cinco. Incluso le he metido seis rebanadas de pan apretujadas cuando ando loca con la prisa. Tuesta bien. Queda el pan crujiente, sabroso, oliendo a pan recién tostado. No se puede comparar el sabor del pan tostado en casa con el sabor del pan que viene tostado de las fábricas.

Este tostador cuenta con una bandeja recogemigas muy funcional. La debes vaciar cuando se te va llenando. Yo la vacío tras cada uso del tostador. La bandeja recogemigas la meto en el lavavajillas.

El tostador cuenta también con un temporizador. No lo uso mucho. Soy una ama de casa de no complicarme la vida. Enciendo el tostador, pongo las tostadas, espero a verlas aptas para el desayuno familiar, apago el tostador y me llevo las tostadas en una bandeja para la mesa.

Su potencia no es gran cosa. Sólo tiene 650 W de potencia. No es para echar cohetes. Con un poquito más de potencia iría más rápido. Menos mal que su marcha lenta se compensa con que tuesta varias rebanadas de pan a la vez. Si le metes pan de molde, acaba antes.

Os lo recomiendo. Es un tostador muy seguro gracias a su desconexión automática. Si se te olvida encendido, el mismo tostador se apaga solo. Sus fabricantes han tenido una idea genial. Saben que por la mañana hombres y mujeres estamos con las cabezas en otro lado. No importa, pues, que se te olvide apagarlo.
2
Mi hermana me regaló el Secador PROFESIONAL CV6930F0 de Rowenta durante el pasado estado de alarma. Sabía que estaba de los nervios porque no se podía ir a la peluquería. Acertó con el regalo. Con un secador profesional en la mano me sentí peluquera de mi cabeza y volvió la felicidad a mi vida.

El secador es igualito al que tiene mi peluquera: negro, funcional, con un accesorio que se le enchufa por donde echa el aire para conseguir un pelo ahuecado. Me gusta. Mi hermana pensaba que le iba a protestar porque es de color negro. Es cierto que lo hubiera preferido de otro color más alegre. Pero comprendí que en pleno estado de alarma, una tiene que comprar lo que hay. En todo caso, este secador de la famosa marca Rowenta no se vende en colorines.

No es de los secadores más baratos. A mi hermana le costó 30,90 euros con oferta. Sin descuento era de 49,90 euros. Los de Rowenta tuvieron el detalle de acordarse de las mujeres desesperadas con una bajada de precio. Yo estaba que no podía más. El no poder ir a la peluquería de mi barrio me traía de los nervios.

El secador va como una moto. Tiene un motor profesional AC que es una pasada. Ni la moto de mi santo tiene un motor mejor. También mete ruido. Mi marido despertaba cuando me secaba el pelo por la noche. Mi santo se acuesta muy pronto. Debería esperar a que servidora acabará de arreglarse para ir para la cama.

Echo en falta más temperaturas en este secador que os recomiendo muy mucho. Sólo cuenta con dos temperaturas: frío y calor. No hay temperaturas intermedias. O pones una ventolera de Siberia sobre tu cabeza o te ventilas con el calor del Sáhara. Bueno, sí, tiene un aire frío más frío a mayores que es mejor no probarlo. Yo lo probé este verano y me puso un dolor de cabeza horrible. Llevo muy mal el exceso de frío.

Velocidades tiene dos. Es el secador del dos: dos temperaturas, dos velocidades,... La velocidad rápida me viene genial para secarme cuando ando con mis prisas habituales. Seca pronto. Se le nota que tiene una potencia de 2.200 W.

Le doy un diez. Lo merece. Rowenta ha vuelto a demostrar que sabe fabricar un secador de pelo que nos deje contentas a las mujeres más exigentes.
3
La plancha que casi no estamos usando es la Plancha de vapor vertical DI4 HS1100, una plancha con poca potencia y con menos acierto a la hora de dejar las telas sin arrugas. La compré para planchar las cortinas una vez colgadas. Es perder el tiempo.

Ahora mi marido hace malabarismos con esta plancha de forma de lamparilla de mesilla de noche para planchar sus camisas. También pierde el tiempo. Las arrugas les quedan a las camisas donde las tenían. Con una potencia de 1100 W, la pobre plancha no puede hacer milagros. Mi santo insiste, y seguirá insistiendo hasta que se la venda en una plataforma de anuncios gratuitos en Internet. Lo que no gusta hay que venderlo mientras está vendible. Es una manera de sacarle algo de dinerito para comprar un sustituto mejor.

Encima es una plancha cara. Me costó 39 euros. Ese día no sabía muy bien lo que hacía. Si llega a ser hoy, me lo hubiera pensado dos veces. Pero una pensaba que sería una plancha cómoda para planchar cortinas porque no tiene cable. La cargas en el enchufe como un teléfono móvil. Tiene una autonomía de 20 minutos. Otra desventaja: veinte minutos no te dan para planchar casi nada. Yo intenté quitarles las arrugas a los cortinones del salón y se me acabó la carga de la plancha antes de terminar la tarea.

No os recomiendo ni os dejo de recomendar esta plancha. Para gustos colores. Cuando la compré me parecía bonita. Ahora ni eso. Su base de color gris, su parte inferior blanca y el gris que continua por atrás, chirrían con un color rojo anaranjado de la parte por donde echa el vapor y del interruptor. No, no me gusta.

Menos me gusta recordar que pagué 39 eurazos por la plancha. Mucho dinero para dar por una plancha que ha dejado de gustarme. Si al menos tuviera más autonomía aún aún. Pero con sólo veinte minutos de autonomía, debería ser más barata.
4
La plancha de vapor SOLAC PV2114 se ha convertido en una de las planchas que más uso en casa. Creo que la estoy usando tanto porque se ve siempre limpia. No es de esas planchas de color clarito que tienes que estar siempre pasándoles una bayeta húmeda para tenerlas como los chorros del oro. Esta plancha tiene un color negro y lila oscuro que la hace ideal para darle un uso a destajo.

No está mal de potencia con sus 2.600 W. Es una potencia más que suficiente para darle un uso casero. Enseguida calienta. Enfriar le lleva más tiempo. Yo siempre la pongo en el suelo cuando termino de planchar. Mi madre dice que no se deben guardar las planchas calientes. Y ya sabemos que las madres siempre tienen razón.

Espero que me dure. Me costó 29,90 euros. No es de las planchas más caras, pero tampoco es de las planchas baratitas. Me vino con garantía de un año. Casi se me está acabando el período de garantía. Espero que no se me termine también la plancha. Cuando van finalizando los tiempos de garantía, los productos empiezan a dar problemas. No es el caso. Cruzo los dedos.

Os la recomiendo. La plancha de vapor SOLAC PV2114 tiene suela cerámica. No mancha nada la ropa. La moja bien, eso sí. Con un golpe continuo de 35 g/m hace maravillas en las telas arrugadas. Por muy arrugada que esté una prenda te la deja libre de arrugas. Casi igual que cuando la compraste en el comercio.

Mi mano cabe de sobra a la hora de sujetarla y manejarla. Mi suegra, en cambio, se queja del espacio para meter la mano. Yo creo que sus quejas se deben a que no le gusta nada planchar. Servidora encuentra esta plancha cómoda. No noto que me canse mucho la mano. Pesar pesa, pero no tanto como para dejar de planchar a los cinco minutos por agotamiento de la mano derecha.
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